Alexey P Sokolsky
A.- La condición fundamental para elevar la capacidad de un ajedrecista es combinar la teoría con la práctica. El juego práctico sin el estudio de la teoría no da resultados suficientes. El apasionamiento que se observa algunas veces en práctica constante de partidas rápidas puede, inclusive, causar daño cuando se juega sin la necesaria atención ni responsabilidad.
Por otro lado, tampoco proporcionarán el éxito deseado los más profundos estudios de la teoría si los conocimientos no encuentran aplicación en la práctica, en un entrenamiento sistemático.
B.- La segunda condición es variar los métodos de actividad y poseer un real interés por las distintas fases de la cultura ajedrecística.
Al ajedrecista que desea elevar su capacidad y progresar en su evolución puede recomendársele lo siguiente:
1.- Intervenir en competencias serias (torneos, matches, partidas en consulta), anotando las partidas jugadas.
2.- Analizar sus propias partidas, solo, con el rival, o un ajedrecista que pueda emitir un juicio de valor.
3.- Jugar por correspondencia. Es muy útil. En este caso es posible aprovechar la literatura existente. El conocimiento de los sistemas de aperturas será más sólido. El análisis de las posiciones que surgen en un juego por correspondencia aporta mucho al perfeccionamiento del jugador.
4.- Hacer un análisis exhaustivo de las más diversas posiciones en partidas de cualquier competencia, tanto en la apertura como en el medio juego y el final.
5.- Analizar el mayor número de partidas de clásicos y de grandes jugadores, como base de apoyo de apoyo de futuros conocimientos. Es conveniente ver las partidas hasta el final estudiando la lucha en todas las etapas del juego.
La revisión de las partidas de cualquier competencia se aconseja realizarla con ordenamiento determinado, temáticamente. Por ejemplo: analizar primero un grupo de partidas jugadas con una determinada apertura, luego con otra, etcétera.
Es útil analizar las partidas de uno de los participantes, estudiando su creatividad, luego de otro, etcétera.
6.- La mayor dificultad se presenta en el estudio de los sistemas de aperturas. Aquí es aconsejable crear primero, de acuerdo con su gusto, un limitado repertorio propio de aperturas y luego ampliarlo gradualmente. Es imprescindible, empero, prevenir contra un prolongado período de autolimitación artificial, cuando el ajedrecista se desenvuelve fácilmente frente a situaciones y aperturas conocidas, y se pierde al encontrar sistemas nuevos.
7.- Es deseable seguir la literatura corriente (a través de las revistas especializadas de los distintos países, los boletines de importantes competencias), para estar al día en cuanto a las novedades en teoría.
Al encontrar una variante nueva de interés conviene copiarla e intercalar en el capítulo respectivo del libro los antecedentes detallados sobre la apertura en cuestión. Los resultados de la labor realizada pueden asentarse en cuadernos, sin entusiasmarse demasiado copiando material secundario.
8.- Un provecho indudable se obtiene con ejercicios de composición. Resolviendo finales de estudio y problemas, el ajedrecista toma conocimiento de ideas interesantes y capta la belleza del arte ajedrecístico. Una gran satisfacción creativa proporciona la composición de problemas y finales.
La ejercitación con criterio crítico hacia el material en estudio, dará, indudablemente, sus frutos.
Alexey P Sokolsky