Una buena distribución de los recursos mentales en el ajedrez comienza irreprensiblemente por la correcta elaboración y aplicación de conceptos básicos y fundamentales. Ya hablamos anteriormente de la importancia del conocimiento elemental del tablero como escenario o sitio de operaciones y de lo operativo y fundamental que es conocer sus líneas de expresión, ya que esto conlleva a establecer una verdadera relación cognitiva entre el valor material de las piezas y su valor posicional.