¿QUÉ ES UN GRAN JUGADOR DE AJEDREZ?

A través de estos requisitos psico-somáticos, el ajedrecista descubrirá el camino más corto hacia su superación y podrá hacer un juego normalizado y correlacionado con sus situaciones de carácter técnico y de entrenamiento Tomado del libro: "ENTRENAMIENTO EN EL AJEDREZ II" , por el Àrbitro Internacional Fide José Gauna

¿QUÉ ES UN GRAN JUGADOR DE AJEDREZ?

Un maestro de ajedrez no se hace de la desidia y de la monotonía, sino de la constancia, del trabajo continuo y sobre todo de la elaboración de un laboratorio personal donde la alquimia principal sea el criterio, concepto y sentido común.

Se sabe que los Grandes Maestros invierten mucho tiempo en su preparación y entrenamiento técnico, y ese día a día es una entrega total al ejercicio del cálculo y al establecimiento de conceptos e ideas fundamentales sobre las diversas posiciones que se presentan durante la partida viva.

Sin este criterio sería casi imposible valorar los verdaderos talentos de los hombres y mujeres que se entregan diariamente a las agotadoras jornadas de preparación y de competencia.

Un gran jugador de ajedrez debe ser un programa de eventos muy puntuales y reconocibles, a saber:

• ·    Debe conocer a la perfección las regularidades teóricas y fundamentos básicos conceptuales del ajedrez (Principios).
• ·    Poseer una fina idea de la táctica como herramienta solucionadora de holes.
• ·    Debe poseer una amplia imaginación y capacidad creadora.
• ·   Reconocer las posibilidades concretas de una posición, de un problema o de un cúmulo de problemas.
• ·     Saber discernir con la profundidad del análisis, pero con la seguridad intuitiva de la deducción.
• ·     Valorar debidamente las jugadas en base a su correlación con las posiciones jugadas.
• ·     Poseer una aguda intuición y capacidad de abstracción.
• ·    Tener pleno dominio de la concentración y de la atención, de su temperamento y de su carácter.
• ·    Conocer y dominar los pormenores de su fuerza volitiva.
• ·    Saber reconocer la derrota y los triunfos en su justa proporción y saber delimitar los espacios y momentos de avanzar o retroceder.
• ·    Capacitarse en la creación de un estilo de juego propio.

A través de estos requisitos psico-somáticos, el ajedrecista descubrirá el camino más corto hacia su superación y podrá hacer un juego normalizado y correlacionado con sus situaciones de carácter técnico y de entrenamiento. 

Del librro: Entrenamiento en el Ajedrez II.- IA José Gauna

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