Partiendo de algunas preguntas rutinarias que expertos y menos avisados se han hecho y se hacen sobre las capacidades, habilidades y destrezas de los ajedrecistas y sobre las circunstancias o causas que generan en ellos un máximo nivel de juego o la habilidad de jugar casi a la perfección tan complicado lúdico hemos realizado una serie de cuestionamientos y respuestas a los mismos, basados en estudios y estadísticos...
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FACTORES DECISIVOS EN EL
DESARROLLO
DE LA FUERZA DE JUEGO DE UN AJEDRECISTA
Partiendo de algunas preguntas
rutinarias que expertos y menos avisados se han hecho y se hacen sobre las
capacidades, habilidades y destrezas de los ajedrecistas y sobre las circunstancias
o causas que generan en ellos un máximo nivel de juego o la habilidad de jugar
casi a la perfección tan complicado lúdico hemos realizado una serie de
cuestionamientos y respuestas a los mismos, basados en estudios y estadísticos científicos realizados desde el año 1925
hasta nuestra época actual.
1. ¿Existe
alguna relación entre ser inteligente y el jugar bien al ajedrez?
Respuesta: No.
La cuestión se resuelve y se explica muy sencillamente por la entropía
biológica (la evolución de nuestra especie necesita que seamos inteligentes), “todos
somos inteligentes, pero no todos jugamos ajedrez” sería la premisa.
Sería igual preguntarse si para ser
arquitecto, médico, ingeniero es necesario ser inteligente. Lo que sí está
demostrado es que a partir de una práctica continua todo ente inteligente puede
llegar a poseer un excelente conocimiento y nivel de juego. Cuanto mayor es la
motivación, mayor es la práctica lo que lleva a una mejor utilización de la
inteligencia como factor natural del organismo humano.
Está comprobado
que los niños ajedrecistas necesitan mayor cantidad de cargas (partidas jugadas
en un macro ciclo) en la práctica continua del juego, mientras que los
jugadores ya formados pueden reducir estas cargas a niveles muy bajos sin
perjudicar su forma deportiva, ni su comprensión del juego.
Conclusión: No
se es más inteligente si se juega al ajedrez, ni se necesita serlo más que
otras personas para poder superarles en el nivel de juego. Lo que sí está
demostrado es que el ajedrez te da facultades para saber cómo utilizar mejor tu
inteligencia. Entre estas herramientas se encuentran el sentido común, el valor
crítico, el dominio del temperamento, manejo consciente de la motivación,
dominio de la fuerza volitiva.
A esta reflexión
estaría relacionada una anécdota del genial Campeón Mundial Anand Viswanathan
quien en el año 2006 y a raíz de una visita realizada a la ciudad de Reykjavik –Islandia,
pudo entrevistarse con la leyenda del ajedrez Robert James Fischer. La primera
pregunta en tan inusitado encuentro que Fischer le haría a Anand fue: “¿Qué
llevó a una persona tan inteligente como él, a perder el tiempo jugando ajedrez?”,
según Anand no se atrevió a responderle que “Bobby había sido la causa”.
2. ¿Son
los Grandes Maestros seres superdotados?
Respuesta: No.
Nada especial fisiológicamente, nada especial mentalmente, nada especial físicamente,
ni nada especial biológicamente. Sin embargo los Grandes maestros del tablero
poseen una extraña pero reconocida habilidad en el desarrollo de su fuerza
volitiva, es decir en su voluntad de lucha o voluntad de trabajo. El ajedrez es
una actividad fundamentada en el factor más antiguo y determinante de la evolución humana: el error.
Miles de millones
de años de ensayo y error nos han hecho casi invulnerables a desastres
ecológicos, transformaciones de la corteza terrestre, epidemias, guerras,
devastaciones naturales, ataques cósmicos etc,… ah y por supuesto invulnerables
o capaces de reducir el margen de equivocaciones en cualquier disciplina que
nos especializamos. Pero para poder desarrollar esa habilidad en la especie es
necesaria la destreza de la volitividad. Nuestra homeostasis corporal se
dosifica y perfecciona a través de un complejo ciclo de nivelaciones y
desniveles de nuestro comportamiento neurofisiológico y donde la psiquis juega
papel importante en la asimilación de los estados de estrés, eutrés y distrés.
Los Grandes Maestros
a través de su inversión en largas horas de instrucción, preparación y
entrenamiento para la partida viva, logran amalgamar y utilizar el más preciado
don de la existencia humana; la voluntad de sobrevivir y evolucionar.
3. ¿Todos
podemos llegar a ser Grandes Maestros y poseer una absoluta comprensión del
ajedrez?
Respuesta: Si.
Pero he aquí que no todos están en la disposición y voluntad para hacerlo. Al
parecer, entre 4 y 7 horas diarias debería invertir un cultor de la disciplina
del ajedrez para alcanzar un notable nivel de juego. 7 mil millones de seres
humanos sobre el planeta y apenas 1500 grandes maestros es un número que puede
confirmar 2 versiones sobre el ajedrez
a)
Es lo suficientemente complejo como actividad
intelectual para no permitir le a la mayoría hacer progresos evidentes en su práctica
y perfeccionamiento
b)
No se le ha dado la debida publicidad,
reconocimiento y apoyo como disciplina académica o deportiva.
Pues aunque
ambas aseveraciones pueden ser positivas y lógicas lo cierto es que el ajedrez
goza de mucha aceptación en el ámbito de la cultura mundial y a cualquiera que
se le pregunte si conoce el ajedrez lo más probable es que diga que sí. El
ajedrez se juega en escuelas, plazas, restaurantes, logias, universidades,
clubes, en una playa, en el espacio, etc. El ajedrez es la actividad o materia humana
sobre la que más se ha escrito y como deporte recreativo o de alto rendimiento
es masivamente practicado por naciones muy populosas (casi 200 países conforman
la llamada FIDE o Federación Internacional de ajedrez). Además su instrucción básica
y conocimientos fundamentales son muy sencillos de aprender (excepto, y permítanme
el chiste “el movimiento del caballo” según algunos palurdos en el reglamento
del ajedrez FIDE) así que no pensamos
sea muy complejo en su iniciación como juego. Sin embargo en el ajedrez no es
importante su aprendizaje, si no su comprensión y esa comprensión está al final en manos de los
Grandes Maestros.
Pero sin
querer hacer más tortuoso el discernimiento sobre, que factores pueden
colaborar para hacer de una persona normal y corriente un Gran Maestro del
ajedrez (a pesar que Vassily Ivanchuk, Gran Maestro ucraniano, opina que los
Grandes maestros no son personas normales) les dejamos los ítems más dominantes
de este secreto muy bien guardado:
1.
El primer secreto está en la instrucción básica.
Al ser el ajedrez en su mayoría de casos una actividad de autodidactas, muchos
comienzan con el pie izquierdo su instrucción de inicio, dejándose llevar por sus
propias conclusiones sobre el juego y por personas que poco pueden aportarles del fundamento lógico del juego y de sus principios básicos. Cualquier
conocimiento mal infundido puede causar un trauma permanente en la formación
del novel aprehensor del ajedrez incluso no permitiéndole sobrepasar límites de
perfeccionamiento o niveles de fuerza. Peor aún, cuando alguno de estos
conocimientos básicos no existan en él.
2.
“Mientras más motivación, más practica continua,
mientras más práctica continua mayor motivación”. Nunca olvide que mientras
menos comprensión tenga del juego mayor debe ser la carga de partida por jugar.
En los inicios se debe dar mayor preferencia a la práctica continua que la
teoría del juego. Los libros han hecho tanto bien como mal al ajedrez; tantos
hay que agotan su fisiología en incontables horas de estudio y siempre están
preguntándose porque no progresan en el juego. La razón principal es que no dan
tiempo a su organismo de asimilar sus cargas de preparación teórica por medio del
modelaje práctico. Usted podrá saber lo que es el concepto de la clavada, pero
existen muchas formas que esta puede asumir en la práctica. Por ejemplo.
3.
Ahorre tiempo y asuma que es más fácil prender
algo de la mano de un buen texto o de un entrenador calificado que aprenderlo
por sí mismo. Por ello no tema invertir
algo de dinero en conseguirse estas herramientas, claro está asegúrese de no
estarse engañando con libros comerciales y con instructores “prepago” sin
verdadera formación intelectual y práctica dialéctica del ajedrez.
4.
No busque Grandes Maestros para que sean sus
instructores, esto no es posible en la mayoría
de los casos ni tampoco necesario. Los Grandes Maestros invierten tiempo en
jugar ajedrez, no en prepararse para enseñar a otros a jugarlo. Existen
verdaderos didactas, pedagogos y maestros de la disciplina que a pesar de no
poseer un rating elevado poseen la verdadera metodología para inculcar en Ud.
la planificación y organización necesaria para una absoluta comprensión de los
valores del ajedrez. Ellos han invertido mucho de su vida para preparase en
estas lides, son verdaderos investigadores y poseen un mayor conocimiento que
los jugadores prácticos en la teoría del juego. Si los entrenadores del campeón
mundial fueran mejores que él, entonces ya no sería el Campeón del Mundo.
5.
Tenga siempre un libro de cabecera, este puede
versar sobre una apertura o defensa predilecta, o puede tratarse de la
monografía de un gran jugador, su vida, partidas anécdotas etc.
6.
Valore cada etapa de la partida por separado. La
partida es un todo, pero debe ser analizada y analizar es descomponer un todo
en partes para su estudio. En este sentido preste mayor atención al estudio del
final de juego como etapa formadora del criterio de juego. Confíe en su
intuición para comprender el medio juego, así como el uso de posiciones típicas
y modélicas, por último proponga una lógica sencilla para el estudio de la
apertura, esta puede ser el rudimentario método repetitivo.
7.
Garantícese un entrenamiento eficaz planificando
su horario, contenidos, frecuencias, cargas, periodos de descanso, períodos de
aptitud física, perfil sicológico etc. Nunca se disponga a trabajar en su
preparación teórica o práctica si sabe que puede ser perturbado por elementos
externos o ajenos al quehacer del entrenamiento.
8.
Posea un repertorio corto pero sobrio, dos
defensas y dos aperturas como arma bien afilada pueden ser elementos muy
ligados a la victoria. Eso sí procure estar al día con las innovaciones
existentes y descubiertas por teóricos y jugadores y porque no por los software
de ajedrez.
9.
Nunca juegue líneas o variantes de juego “por
sorprender” pues el sorprendido puede ser Ud. En la mayoría de casos. Nunca
olvide que consecuentemente un jugador es superior a otro, no por lo que sabe
del ajedrez, sino porque lo comprende mejor y contextualiza cualquier posición
según sea el caso.
10.
Amplíe su repertorio de aperturas paulatinamente
sin saturarse de líneas de juego que no utilizará nunca, ni variantes postizas
que puedan complicar su valoración posicional del juego.
11.
Nunca finalice su preparación o entrenamiento para
una prueba preparatoria o fundamental al límite de estas, más claramente
procure abandonar sus cargas teóricas y prácticas unos 4 a 5 días antes de cada
competencia. Es mejor tener en mente una buena cena romántica, o un feliz viaje
a la playa o a la montaña en mente que mil variantes de juego atiborradas que
le golpean la cabeza.
12.
Valore cada punto de su rating ganado o perdido
en una competencia.
13.
Configure un estilo de juego que le ayude a
evolucionar conscientemente en el juego. No olvide que así como el ajedrez ha
progresado por diferentes eras o etapas (primitivo, romántico, moderno,
hipermoderno) así, los jugadores deben valorar su progreso en la partida viva
por los 4 estilos de juego existentes: Agresivo, Posicional, Agresivo
Posicional, Universal.
14.
Aprenda de sus propios errores y no de los
ajenos. Ud. nunca comete los errores de los demás, sino sus propios errores. El
análisis de las partidas propias es una herramienta esencial en la formación y
consolidación del criterio de juego.
15.
No sobre cargue jugando torneos sucesivos y
numerosos. La habilidad de adaptación y sobreestimación de las cargas, en las
etapas de descanso y agotamiento son contenidos importantes en la planificación
deportiva del ajedrecista actual.
16.
Acostúmbrese a valorar las posiciones por
criterio de estructuras y no por el análisis de jugadas por realizar o
calcular. Un buen concepto elemental puede más que 7 o 10 jugadas calculadas
concretamente.
17.
Procure no analizar partidas completas, sino
trazos, posiciones o etapas de la misma, el progreso de esta manera será más intuitivo
y menos mecánico, enriqueciendo su poder de abstracción y creatividad.
18.
Nunca prescinda del Principio de la actividad de
las piezas y valore más las piezas por las posiciones que ocupan en el tablero
que por su valor material. Sin embargo siempre tenga en cuenta que si su posición
es mala, no está de más superar a su oponente en cantidad de piezas.
19.
Abandone el miedo al sacrificio de material, la
mayoría de las partidas podrían decidirse o definirse por el desequilibrio
existente entre material y posición, que por errores garrafales o fortuitos.
20.
Valore concienzudamente las posiciones antes de
efectuar cualquier movida y tenga por hábito preguntarse ¿Qué me amenaza mi
rival? Antes de preguntarse ¿Qué amenazo yo?
21.
Comprenda una “buena jugada” como una jugada que
tiene complemento, es decir si ha realizado o piensa realizar una jugada esta
debe ir acompañada de una o varias jugadas que le den base lógica de ser. En el
ajedrez no existen buenas, regulares o malas jugadas, solo hay jugadas que tienen
o no tienen complemento. Por ejemplo cuando Ud. juega 1.e4 en una partida con
blancas, el complemento de esta jugada es 2.d4, por ello en la mayoría de los
casos las negras tratan de evitar el plan blanco, de otra manera estarían
otorgando a su oponente la realización de un concepto básico del juego, la
conformación de un centro móvil de peones. Cada vez que se realice una jugada
sin que ella pueda ser reforzada por una jugada complemento se estará
arriesgando a entregar la iniciativa a su oponente.
22.
Busque siempre patrocinio económico externo para
su formación y estabilidad como jugador de ajedrez, muy a pesar que el ajedrez
es una de las disciplinas deportivas más baratas (en cuanto a material
deportivo), se necesita una amplia inversión de espacio, tiempo y dinero en
viajes, contratación de instructores y entrenadores y pago de inscripciones en
torneos, como también para pagar afiliaciones a instituciones oficiales del
ajedrez. Así que si Ud. pretende llegar a las máximas esferas de participación
en el ajedrez no lo convierta en un calvario financiero donde diga con orgullo “me
he comido las verdes y ahora me tocan las maduras”
23.
Prográmese con tiempo en los torneos y eventos
por jugar. No improvise en estas cuestiones ni crea que jugar cualquier
competencia es provechoso para usted. Solo así podrá tener una verdadera metodología
entre su entrenamiento y su régimen competitivo.
24.
Ame al ajedrez por sobre todas las cosas que
hace. Bueno… esto forma parte de las cosas que muchos no están dispuestos
otorgar.
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