PARTIDAS ILUSTRATIVAS

Cuando la partida de ajedrez se encuentra dando sus primeros pasos, es incuestionable que ciertos preceptos del juego cobran mayor importancia que otros, salvaguardando la idea que mantener al rey con el mayor sistema de seguridad posible, los factores del desarrollo, la armonía y conjunción de las piezas, flexibilidad en la cadena de peones, ganancia de tiempos y una buena dosis de intuición hacia los finales resultantes, son motivos de interés para culminar el propósito principal o primario del juego: la obtención de ventajas.

Pronto el ajedrecista comprende que la técnica en el ajedrez se basa en realizar acciones o movimientos que traten de resolver lo más sencillamente posible las ventajas obtenidas. Por lo tanto duras críticas recibirán siempre aquellos que aún teniendo sobresalientes ventajas en sus posiciones no saben encontrar las medidas definitorias de las mismas.

Los errores pueden catalogarse como simples omisiones o desaciertos en la ejecución de ideas, tanto tácticas como estratégicas, pero un error que no es explotado con prontitud puede llegar a convertirse en una "buena jugada" con el pasar del tiempo, ya que el juego depende de la complementación de ideas, ninguna jugada "a priori" es un error, solamente cuando esta no encuentra soporte en ideas, conceptos, planes y ejecuciones posteriores es que se convierte en movimientos desacertados.

Pero hay ciertos movimientos que causan preocupación ya desde el punto de vista teórico. Jugadas que basadas en esos conceptos sobre desarrollo, ganancia de tiempo, iniciativa, dominio de espacio y hasta tomadas de ciertos factores intuitivos o psicológicos nos dan a simple vista una mala impresión sobre su razón de ser.

Estar atento desde la propia apertura para no encontrarnos con situaciones inadecuadas y desfavorables para el futuro cercano o lejano de la partida es una tarea esencial del practicante del ajedrez. No olvidemos que por mucho que pretendamos encontrar jugadas en una mala posición, estas no estarán allí, pues los errores cometidos así sean mínimos o imperceptibles pueden convertir estas posiciones en verdaderos rompe cocos sin un franco camino de decisiones a seguir. Al contrario una posición construida en base a ideas claras, planes concretos y flexibles y una lógica táctica de juego, estará siempre repleta de buenas continuaciones y eficientes movidas confiables.

Siempre que sea posible deberemos confiar tanto en la teoría, pero también en la intuición, adornadas estas por una fuerte dosis de fantasía, abstracción y creatividad lógica, respetando los siguientes preceptos de juego:

1.Máximo desarrollo de piezas

2.Ganancia y mantenimiento de espacio

3.Criterio para saber cuando o no tenemos la iniciativa

4.Economía en la defensa y en el ataque

5.Cuido de la cadena o estructura de peones

6.Seguridad pero también prosperidad del rey como pieza de importancia

7.Visión de futuro sobre el paso oportuno a etapas posteriores del juego (medio juego y final)

8.Simplificación de los elementos accesorios del juego.

9.Concretar las ideas de la técnica para el remate o definición de las ventajas

10. Confianza en si mismo.