|
Pero ¿Será posible en una disciplina tan exigente como el ajedrez trabajar de manera eficiente, progresiva y progresista obteniendo excelentes resultados, muy a pesar que se utilice un menor tiempo de preparación? En este artículo te responderé a esa inquietud y trataré de establecerte unos tips muy precisos y solventes para mejorar tu calidad de juego, aunque seas uno de esos que tienen al tiempo como principal factor detractor...
|
¿CÓMO ELEVAR EL NIVEL COMPETITIVO DE UN JUGADOR DE
AJEDREZ?
Expresado en 10 verdades
Árbitro
Internacional Fide José Gauna
Como entrenador de ajedrez puedo puntualizar de
manera indudable, y lo experimentamos todos los días, como muchos jugadores se
quejan de no tener el tiempo suficiente
para trabajar sus capacidades y destrezas en el juego de ajedrez. Para ello, se
fundamentan en las responsabilidades que les acarrean o traen la escuela, el
trabajo, la familia, la relación de pareja etc…y así sucesivamente. Para ellos
por supuesto, es la escasez de tiempo, el factor esencial que les impide ya sea
como jugadores adultos o jóvenes elevar su fuerza de juego.
Pero ¿Será posible en una disciplina tan exigente como
el ajedrez trabajar de manera eficiente, progresiva y progresista obteniendo
excelentes resultados, muy a pesar que se utilice un menor tiempo de
preparación? En este artículo te responderé a esa inquietud y trataré de
establecerte unos tips muy precisos y solventes para mejorar tu calidad de
juego, aunque seas uno de esos que tienen al tiempo como principal factor
detractor.
1ra Verdad.
Todo depende
del método! Tenga uno y verá como cambia su perspectiva para el estudio.
Puede parecerle un tanto incipiente, pero se sorprenderá
de saber que la gran mayoría de los jugadores de ajedrez no tiene ningún método
para su instrucción y entrenamiento. Ellos juran que trabajan muy fuerte,
agotandose en sesiones sin planificación ni metodología: allí está la primera
falla y quizá la más importante. Al no seguir ninguna pauta específica y no
acomodar su proyección, logros y evaluaciones a un método no podrán nunca
sopesar y medir sus resultados deportivos y competitivos. Para Emmanuel Lasker,
ex campeón mundial de ajedrez, lo más importante es tener siempre un plan o
método de preparación, este puede ser malo, insuficiente, deficiente, bueno
excelente, no es importante, lo importante es tenerlo. Por supuesto hoy en día
cuando la ciencia de la planificación deportiva se ha superado tanto y esta
superación ha llegado incluso a tocar los rediles del entrenamiento en el
ajedrez, conociendo de sus doctrinas dentro de la técnica del jugador, su
psicología, su filosofía e incluso las incidencias fisiológicas y neuro
fisiológicas que el ajedrez promueve en el deportista ajedrecistas, es probable
que el método se haga más específico y sapiente para coadyuvar al desarrollo de
las destrezas de un jugador de ajedrez. Tener un método de estudio ahorra
muchas horas de rutina, usted sabe donde comienza y a donde vá, posee elementos
de juicio en los contenidos por estudiar y puede realizar evaluaciones sobre la
marcha sin perjudicar su actuación en pruebas preparatorias o fundamentales.
Ud. tiene que planificar sus horarios de estudio y entrenamiento, sin importar
que estos puedan ser reducidos e imperceptibles.
2da verdad.
No tema ni
denigre a las sesiones de estudio a corto
A ciencia cierta las sesiones de entrenamiento o
preparación de períodos largos no son mejores en nada a las sesiones cortas, es
decir tanto provecho puede ud sacar de una hora de entrenamiento, como a la de
un día, como a la de una semana. La fuerza o razón de este concocimiento
estriba solamente en los niveles de atención, concentración, disciplina y auto
control que contengan estas sesiones diversas. La motivación, elemento esencial
y promordial del aprendizaje en todas sus escalas no es un instrumento ciego,
un valor cerrado, ni un elemento meramente cognitivo, sino meta cognitivo. Para
estar seguro de que se ha suscitado un aprendijaje se debe acusar una
transformación de la personalidad un cambio de conducta en el aprehensor. Pero
para ello deben intervenir en el plano psicomotivacional los siguientes
elementos: 1. Atención 2. Curisosidad 3. Interacción efectiva con los elementos
de juicios, con los materiales y con los sociales del medio 4. Enfoque y
concentración de la energía del pensamiento productivo y 5. Niveles de aspiración
claros y precisos (metas y objetivos). Esta es una de las muy buenas razones
por las cuales no es aconsejable, o por lo menos es innecesaria la instrucción
ajedrecística en niños en edades menores a los 7 años. Pero esto es arena de
otro costal.
Siendo más científicos, Usted logrará cambios
prominentes y productivos, si divide sus cargas de preparación largas de 4-5-6-7
y más horas, en varias sesiones cortas, como por ejemplo el de 1 hora. Su
cerebro trabaja mejor si se le obliga a pensar o deliberar en varias sesiones
por semana, que trabajando extensas sesiones de un solo lapso. Recuerde que su
cerebro es una máquina que necesita períodos de descanso, aunque necesariamente
se le puede engañar para que sus estados de retroalimentación sean más
efectivos y consistentes. La escogencia de temas y motivos particulares de
estudio en los contenidos del método endulzan las propiedades neurofisiológicas
del cerebro y le incentivan la labor motivacional. Pequeños detalles, conceptos
básicos, ideas elementales son mucho más efectivas que laboriosos problemas o análisis
profundos para discernir asuntos tácticos y combinativos.
3ra verdad.
Cuál es el
tiempo de entrenamiento más eficiente
Para sobrellevar este conocimiento es importante
aceptar la premisa de que los jugadores de ajedrez son diferentes y responden a
los modelos de preparación de maneras muy diversas, incluso donde sus
temperamentos y caracteres tienen una definitiva proporsión. Sin embargo como
estamos hablando de la herramienta esencial del ajedrecista, o sea su cerebro,
es bueno saber que nuestro cerebro distribuye y puede disponer del tiempo como
una dimensión propia, la puede dilatar, contraer o expandir a sus anchas, sin
que muchas veces podamos percatarnos de esta funcionalidad. Con respecto al
gusto para el estudio, algunos jugadores prefieren los horarios diurnos, otros
los horarios matinales y por último están los que se aferran a la idea que es
mejor trabajar en las noches de manera nocturna; no faltarán los que invierten
las madrugadas en quejumbrosas tareas de especialización. Pero si algo nos ha
aclarado la ciencia es que la mañana puede ser el mejor ambiente para
desenvolver las elocubraciones y regocijos del pensamiento, por ende un cerebro
ajedrecista trabaja de mejor manera en las tempranas horas del día,
especialmente entre las 7 y 9 am. El cerebro se encuentra descansado y sus raudales
energéticos, principalmente después de un buen baño y un deayuno balanceado y
rico en azúcares y proteínas piden sin cuartel que se les ponga a prueba con problematicas
para la subsistencia.
Trabajar en las mañanas es efectivo, productivo y
colabora con los ciclos vitales de la homeostasis corporal, donde el organismo
se recupera de los sismas o picos del stress, del eutres y del distres mental y
neurofisiológico.
De no disponerse de este tiempo entonces sería
bueno el trabajo matinal entre las 3 y 5 de la tarde. De lo que si estamos
completamente seguro es que las cargas horarias de preparación durante las
noches o madrugadas, destruyen las reservas de energía neuronal de manera
violenta y perjudica los estados de subestimación, sobrealimentación y adaptación
del organismo, principalmente puede colapsar las reservas de glicógeno o
glucógeno del cerebro promoviendo los estados de ansiedad, insonnio y akinesia
mental.
Pero para no ser tan dictatoriales y como estamos
hablando de períodos cortos y de su aprovechamenito, si Usted es uno de esos
que trabaja en horario nocturno dentro de su entrenamiento ajedrecístico, le
recomiendo que los lapsos de estudio sean de apenas 45 minutos diarios y con
las reservas del caso fundamentados en la resolución de problemáticas sencillas
y elementales. Planos conceptuales y lecturas de la prosa ajedrecística.
4ta verdad.
¿No tiene
Usted un entrenador?
Bueno y quién lo necesita! Si algo ha demostrado el
ajedrez a través de sus milenios de existencia es que se trata de una
disciplina 99% auto didáctica. Muy pocos aprenden el ajedrez de la mano de un
sesudo especialista. Ojalá todos pudieramos gozar en nuestras primeras etapas
de enseñanzas de un instructor con un verdadero perfil metodológico, pedagógico
y didáctico. Conocedor de las
profundidades psicológicas y filosóficas del ser, además de un buen conocedor
de la materia médica y neurofisiológica (“extremadamente” no estaría mal que
también fuera un fuerte jugador). Pero si haber vamos, reunir todo eso en una
sóla persona se me hace un poco difícil, no le parece?
El talento, a diferencia de lo que muchos piensan,
no es algo con lo que nacemos y este es sólo el producto final del desarrollo
contínuo de habilidades innatas que a través de un trabajo fuerte y
disciplinado crea destrezas y capacidades para lograr jugar a nivel de Grandes
Maestros. Esto está plenamente demostrado por los cualificadores del nivel
ajedrecistico principalmente aquellos que determinan la fuerza momentánea de un
deportista del ajedrez, más cristianamente te hablo del valor ELO o ranking del
jugador de ajedrez. Por mucho talento que quieras conferirle a un novel
aprehensor, este jamás ni nunca tendrá una valoración superior a la permitida
por su cantidad de conocimiento y trabajo en la preparación teórica y práctica.
Un jugador con 2500 puntos de elo quizá incluso pueda no ser talentoso y su
fuerza de juego se deba más a una buena labor de entrenamiento y conocimiento
de los principios básicos del juego.
El secreto en todo caso estará allí, conocimiento
de los fundamentos y pricipios básicos del juego y su puesta en práctica contra
jugadores de mayor nivel competitivo que Usted. Poco a poco verá como su valoración
ranking cambia a más y ese aumento demostrará que se encuentra en el buen
camino de una efectiva y exitosa preparación. Por supuesto los conceptos,
consejos, palabras e ideas de un entrenador con experiencia cualificada siempre
serán oportunos, pero no crea que si tiene a Kasparov como entrenador esto será
garantía de superación ajedrecística a priori.
5ta verdad
Hábituarse
al ajedrez y amarlo como a ti mismo.
El esfuerzo constante aunque sea en sesiones de
praparación cortas se verá siempre alentado por el inmemso amor y la entrega a
la disciplina que practica. Uno de los elementos principales del triunfo
ajedrecístico es el amor por la disciplina, si Usted lo tiene tendrá el 66,66%
del camino recorrido. El otro 33,33% lo determina la fuerza de voluntad o
trabajo contínuo y perdurable durante
la partida de ajedrez, elemento del que gozan los
más grandes maestros de la historia.
Nunca trabaje o se prepare con detalles de distracción,
aunque el trabajo sea corto. Sí, este no puede ser interrumpido por elementos
externos perturbadores, y tendrá garantizado los estados de retroalimentación y
recuperación, necesarios para el equilibrio de su proceso homeostásico.
Recuerde siempre que los estados de estrés, distrés
y eutrés son sus mejores y peores enemigos, pero no hay que confundir las
cargas normales de la preparación ajedrecística, plenamente justificadas por un
método, con las cargas externas y traumas aleatorios de elementos perturbadores
de la instrucción, de la preparación o del entrenamiento. Trate siempre de
entrenar aislado del medio externo. Conviertalo en un hábito, para que se
vuelva algo automático y psicosomático.
6ta verdad
La Recuperación
o los días de descanso
No sea masoquista, el ajedrez es una disciplina
pero no tiene porque ser un monasterio. Tómese su tiempo, descanse cuando pueda
y cada vez que pueda, en los lapsos establecidos dentro de su método. Uno o dos
días de descanso durante su plan de trabajo semanal le traerá confort y
apaciguamiento mental para trabajar y digerir las cargas. Practique algún
deporte complementario, sobre todo aquellos que se correlacionan con las
exigencias neuromotoras.
A veces no necesitará siquiera practicar una
actividad motora de amplio espectro, sino que actividades como la caminata, el
trote, el Yoga, la meditación o el fitness puede ayudar para mantener su forma
física en absoluta proyección y calidad.
Duerma mucho y aliméntese adecuadamente. La
alimentación sobre todo puede ayudarle en las intensas luchas de la partida
viva, aunque sus estados de sueño puedan haberse sentido afectados (es
importante saber que el ajedrecista por cuestiones de cambios horarios por
viajes largos, motivos de la preparación para pruebas fundamentales con microciclos
de carga fuerte, estados de apatía mental, depresión, agotamiento etc puede ver
afectados sus ciclos de sueño). Si hace alguna de estas dos cosas estará bien,
si no tiene ninguna de las dos, explotará tarde o temprano, en estados de
depresión y devaluaciones del pensamiento y de la razón.
¿Qué debe comer un ajedrecista? Pues de todo!
Aunque esencialmente el azucar sano, obtenido de frutas, papelón, vegatales rojos
y amarillos le garantizará una buena producción de glicógeno o glucógeno que su
cerebro celebrará como un niño retozón. Evite las grasas quemadas y los
edulzantes articificiales. Evite los azúcares y frutas, tortas, carnes rojas,
pastas y pan durante la noche.
Mucha agua! Sí, hay que hidratarse muy bien, sobre
todo durante la partida de ajedrez. Aunque de manera sosegada y controlada. El
mucho líquido puede ser también perjudicial, pues puede causar electrólisis
cerebral, “intoxicación por agua”es decir su cerebro se ahogará en agua. Un
buen consejo puede ser consumir jugo de naranja durante las partidas, natural o
agua con algunas gotitas de limón. Por cierto cada vez que pueda mantenga un
chocolate en su mesa de juegos. Si toma café durante sus partidas hágalo sin
echarle azúcar refinada y mucho menos café con leche.
7ma Verdad.
Recuerde:
Viva siempre una actitud positiva!
Trabajar el ajedrez no es una tarea sencilla, al
exigirle disciplina al cuerpo lo estamos retando. No todos podemos llegar a ser
un gran maestro del ajedrez. Usted debe mantener una actitud positiva, para que
su organismo le responda afirmativamente, colaborándole con todas las
propuestas de entrenamiento a las que pueda ser llamado.
Al cuerpo se le debe exigir para que su salud se
fortalezca, en la preparación de un ajedrecista la fuerza de las cargas
acondicionará su versatilidad tanto para el triunfo como para la derrota. Por
lo tanto aunque le exija, dótelo también de autoestima, confianza y motivación,
esto le ayudará a recobrarse con prontitud de las caídas y más peligrosamente
de los estados de euforia. Un pensamiento positivo regula los estados somáticos
del cuerpo y sobre todo de la mente. Su cerebro es un ser alegre que necesita
de regocijo y de confort aún en los momentos más difíciles. Es allí donde
radica el famoso precepto “Cuerpo sano en mente sana” y viceversa.
8va verdad.
Las metas
del ajedrecistas deben ser realistas, aunque con muchos toques de imaginación!
El establecimiento de los objetivos, como ya lo
dijimos anteriormente, forma parte esencial del plan de preparación o de
entrenamiento. Metas a corto, mediano y largo plazo pueden mantener al ajedrecista
muy concentrado, enfocado, centrado, consecuente y responsable con su método y
sus realizaciones. Las objetivos poco realistas no serían una gran idea, aunque
el ajedrecista debe dejar volar su imaginación en todo momento, la lógica y la
cordura pueden ser la gran diferencia entre el descalabro y el éxito total.
Por ejemplo, si usted es un jugador de 1800 puntos
de ranking, ¿cómo podría estar pensando fijarse de una la meta de convertirse
en Maestro Internacional, en seis meses o en el transcurso de un año después?. Comúnmente
300 o 400 puntos de ELO pueden alcanzarse en el lapso de un año, pero eso sólo
le serviría para llegar a ser un Canditado a Maestro y en el mejor de los casos
un Maestro Fide.
Ser realista no es perjudicial para la auto
superación de metas y de valores, es más, garantiza estabilidad emocional y
patrones de valoración de la conducta humana.
El nivel de ajedrez es como una esponja, hay que
mantenerla estable, ni demasiado seca, ni demasiado mojada para asegurar su
estabilidad y propiedas de permeabilidad. Lo único que puede demostrar el éxito
de tu método es la consecusión metódica de tus objetivos.
9na verdad
Lo que se
debe estudiar, aprender o mejorar
En el ensamblaje de un plan técnico metodológico
para el entrenamiento en el ajedrez se pueden adecuar una infinida de temas,
motivos y contenidos, pero para ser económico y distributivo, consciente de la
importancia de ciertos items principales, lo mejor es centrarse en las siguientes
ideas:
Conocimiento integral del tablero de
ajedrez: “Para que jugar ajedrez, si no se conoce el terreno donde se
desenvuelve la partida”. Lamentablemente para muchos aprehensores que caen en
manos de seudo instructores o seudo
entrenadores, esta es la primera piedrita de tranca en la superación
ajedrecistica y en el curso natural de la capacitación de las habilidades para
el futuro maestro.
Es necesario que en los niveles más básicos e
incluso en los más avanzados se pueda demostrar un absoluto dominio de la
geometría, distribución y valor de los elementos espaciales del juego. Muchos
ajedrecistas no saben distinguir entre una diagonal, una fila y una columna determinada, mucho menos
son capaces de recitar el nombre de un cúmulo de casillas de una diagonal, fila
o columna, otros tantos llegan a la aberración de desconocer el color de un
determinado escaque.Esto por supuesto delata una mala praxis en la instrucción
y en el aprendizaje del tablero de ajedrez, cuestión que pondría en duda la
correcta maniobra de las piezas sobre el mismo en un futuro práctico o teórico.
Por ejemplo: ¿Podría Ud contestar a la siguiente pregunta?: ¿Cuál es llamado
centro clásico del tablero y cuál de sus casillas es la más importantes?
El valor absoluto y relativo de las piezas:
Al sol de hoy hasta los teóricos y especialistas se devanan los sesos y
discuten sobre los valores absolutos y aún más los relativos de las piezas del
ajedrez y cuando estas ocupan un determinado escaque sobre el tablero. Que si
el caballo vale 3 y el alfil 3,25
Que si la dama 10 o 9 en relación a las torres etc.
Lo cierto que el primer valor sólo raya en lo convencional de las matemáticas,
pero lo segundo si podría tener mayor trascendencia en los desafíos dinámicos
de la partida de ajedrez y en el valor de la comprensión total del juego. Quizá
alli estriba la diferencia entre un jugador bizoño y un Gran Maestro del
tablero, pues si bien es cierto que el jugador novel comprende cabalmente el
valor absoluto de un peón en relación al de un caballo, poco puede hablar de
los valores relativos de las piezas y cuando estos repercuten en los principios
de la Actividad y de la Máxima Actividad dentro de los conceptos posicionales
del juego.
El concepto: Es la idea, la imagen,
lo que se dibuja o proyecta en la mente reconociendo la forma y contenido de un
saber. Muchos ajedrecistas fundamentados en el concepto pueden apreciar o
valorar apropiadamente una jugada, cúmulo de jugadas, combinaciones, temas y
motivos de un plan con solamente pensar o encontrar el concepto en que se
fundamentan. Esta es una versión muy particular de la visión abstracta y va en
detrimento de la carga analítica del jugador, forma de pensamiento que puede
representar en el ajedrecista una problemática de difícil superación. La mayoría
de los jugadores siempre buscan jugadas, buscando analizar concretamente, pero
los conceptualistas manejan ideas, situaciones típicas, cuadros posicionales,
estos jugadores poseen una coraza protectora en la puesta en escena de los
elementos profilácticos del juego y pueden resolver intricados problemas
solamente con la aplicación de un tema,
un motivo, un concepto teórico.
La intuición en el ajedrecista por supuesto es la
semblanza resumida de toda la experiencia y de todo el trabajo de laboratorio
previo, más que una virtud mística o un simple elemento del azar.
La táctica: Reconocida en
innumerables creciones artísticas, disciplinas deportivas y eventualidades del
pensamiento crítico, la táctica en el ajedrez se formula como la serie de
elementos transformadores de la estrategia o el plan de juego en una realidad.
Todo plan realizable necesita de modelos tácticos definitorios, los temás
tácticos en el ajedrez por ejemplo (La clavada, el doble ataque, el jaque
doble, jaque al descubierto, la obstrucción, demolición de la defensa, etc.
entre muchos otros) sirven como instrumentos clarificadores del juego
posicional y en muchas circunstancias se comportan como elementos distractores
del juego de posición. En el juego de posición los principios básicos del ajedrez
llevan la batuta de la orquesta, pero siempre es bueno estar pendiente de la
aprición de temas tácticos que pueden dar al traste con un elabarado plan
estratégico o posicional.
La táctica es una forma clásica del juego del
ajedrez pero no define su conducta, ella no funciona sino dentro de esquemas
procedimentales y depende en gran proporción del error ajeno. Nadie puede
preveer un ataque doble en 10 movidas y si lo hace peca de inocente, ya que su
fundamento se gestiona en el juego azarístico que está fuera de la comprensión
total de la partida. En cambio si podríamos prever el curso unidireccional de
una partida donde un tema estratégico como el valor de la pareja de alfiles,
una columna fuerte, un puesto avanzado, un alfil bueno contra un caballo malo,
o un caballo bueno contra un alfil malo definen posicionalmente el juego o la
partida toda.
Estudiar táctica es bueno, para concocer esos
elementos distractores de la partida, pero muchos jugadores lo mal interpretan
y se consumen innumerables libros de combinaciones esperando encontrar en cada
partida estas soluciones salvativas y azarísticas. El mismo Capablanca
aconsejaba a no prestar mucha importancia al valor combinativo del juego y más
bien incentivaba la labor de un pensamiento simplificador. Lasker creía más en
los valores del sentido común y de los elementos filosóficos y sicológios. El
gran táctico de la historia del ajedrez Alekhine opinaba que las combinaciones
eran el producto del error y no de las consecuencias naturales de la partida.
Al final podríamos decir que la fortaleza táctica de un jugador es solamente el
reflejo de su gran comprensión de las posiciones y el arte de castigar
debilidades otorgadas por los oponentes.
La valoración del ataque: El
principio del ataque reza: “Si hay algo que atacar ataquelo”, otro precepto del
ajedrez sugiere que el bando que tiene ventaja está obligado a atacar. Pues
bien vendría la siguiente cavilación ¿Y
cómo se ataca? La experiencia nos dice que la gran parte de los noveles
jugadores piensan que el ataque es una acción unitaria, un detalle fortuito del
momento, un elemento simple o particular, pero lejos de esta concepción el ataque
se muestra como una sucesión de acciones hilvanadas sobre el concepto de la
explotación de alguna desventaja contraria, donde los factores de la ventaja de
espacio, la inciativa perdurable, tiempos y la destrucción de las defensas del
enemigo son vitales para el éxito. Otros elementos fundadores del ataque dentro
del marco posicional son los Principios de la restricción y de la Limitación.
En el ámbito de la táctica el ataque encuentra modelos de resolución en lances
como la clavada, el doble ataque, el jaque a la descubierta, el bloqueo, la
destrucción de la cadena de peones, obstrucción de la defensa etc. Peo nada de
esto llega de buenas a primera y debe ser producto de un plan específico o
general.
La valoración de la defensa: El
verdadero arte del ajedrez es la defensa. Cada vez que activamos una pieza,
estamos garantizando, a priori nuestro bienestar en el dispositico defensivo de
la posición y aú cuando nuestras piezas se encuentren ya adentradas en
territorio enemigo, el arte defensivo estriba más en el repliegue, en la
recapitulación y en maniobrar de las piezas propias, las cuales deben poseer
suficiente flexibilidad tanto para el avance como para reconocer una
redistribución de los efectivos.
Los temas esenciales de la profilaxis han sido
valores incuestionables de la superación del nivel ajedrecístico y consumados
cultores y Grandes campeones de la historia se han destacado más por sus dotes
defensivos que por su inigualable poder en el ataque. Tanto en la guerra como
en el ajedrez, el desgaste progresivo de las acciones bélicas de nuestros oponentes
está por encima de nuestras necesidades de aniquilar apresuradamente a nuestros
enemigos en el tablero. Las posiciones débiles tienden a derrumbarse más
consecuentemente por la carencia de recursos en la defensa que por el simple
hecho que estén debilitadas (una posición debilitada se mantendrá incólume si
encuentra suficientes elementos defensivos para su manutención)
Hay que estudiar cuadros o parcelas defensivas,
estructuras de enroques debilitados, cadenas de peones móviles e inmóviles,
esquemas de juego con reyes sin enrocar, posiciones típicas con piezas hiperacticas
o hipoactivas, posiciones donde el valor de piezas homogéneas y heterogéneas
definen la lucha, para así poder comprender y correlacionar los temas y los
motivos de la defensa activa, posicional y pasiva.
El juego posicional: El concepto de
que el ajedrez se debe jugar utilizando un estilo de juego definido, es decir:
agresivo, agresivo posicional, posicicional y universal (son los 4 estilos de
juego conocidos) es apenas parte del problema dentro de la comprensión total
del juego. Más allá de las simples correcciones del temperamento innato del
jugador y de sus ascensiones hacia un carácter que otorgue a sus partidas una
rúbrica particular, se encuentran los conocimientos y conceptos que han dado
forma y contenido al ajedrez mismo, y que a través de los años las escuelas de
ajedrez han esculpido para el edificio teórico del ajedrez, convirtiéndolos en
Principios Básicos y Fundamentales de la partida. Estos principios han tenido
sus cultores y defensores a los largo de la historia de la disciplina, entre
ellos podemos mencionar a Philidor, Steinitz, Ninzowicth, Reti, Capablanca,
Tarrasch, Botvinnik etc, muchos de ellos se preocuparon por legar de manera
científica y escrita los modelos temáticos y metodizados para la práctica de un
ajedrez ceñido a pautas, normas y planes que sin pretender llegar a ser leyes
(pues en el ajedrez no hay leyes) lograron que el ajedrez pudiera ser más
accesible para su estudio y para su práctica.
Pero realmente fue el genial 3er Campeón Mundial
José Raúl Capablanca quien mencionara de manera más precisa, la necesidad de
contener todos los conocimientos formativos del ajedrez en conceptos muy
simples y comprensibles. Su escuela de la simplificación (muy mal
interpretada), fue acogida por Mijail Botvinnik para instaurar la escuela
soviética y el círculo de pioneros en la rusia de mediados del siglo 20. Con
ella se formaron y crecieron la totalidad de los Grandes Maestros Soviéticos,
los rusos y las naciones aledañas al imperio socialista.
Estas ideas metodizadas no estuvieron por supuesto
a disposición del mundo occidental y la mayoría de las naciones vieron
reducidas sus expectativas y sus avances en la disciplina del ajedrez, a costa
de soportar la casí insuperable hegemonía de la Unión Soviética hasta el casi
entrado siglo 21, a excepción de la pequeña isla de Cuba (patria de capablnca)
ningún país poseía un sibsistema de entrenamiento o preparación para jugadores
de ajedrez).
Pero el mundo ha cambiado geopolíticamente y la
otrora potencia ha caído. Tras la debacle del muro y la disgregación de la
URSS, la fuga de Grandes Maestros hacia el mundo occidental, ha permitido que
otras naciones subdesarrolladas en el conocimiento científico del ajedrez,
acceda a estos preceptos e ideas. Países como España, Alemania, China, India, Estados
Unidos, y otros tantos incluso del bloque latinoamericano han visto mejorados
sus recursos para la comprensión de un ajedrez más académico, científico,
pedagógico, didáctico y sobre todo posibilitado en la planificación deportiva,
esto ha traido como consecuencia el nacimiento de jugadores Grandes maestros en
lugares donde hace 20 años atrás no se hubiera pensado siquiera que se podría
tener una práctica sistemática del ajedrez. El ejemplo más contundente es que
el actual Campeón Mundial de ajedrez Magnus Carlsen proviene de un país donde
ajedrez es una actividad poco frecuente y desestimada: Noruega.
Al parecer, han quedado atrás los días del dominio
en el ajedrez de la escuela rusa y el motivo principal es que esos métodos de
preparación y creación de Grandes Maestros han pasado a ser dominio
globalizado.
Pero sin pretender extenderme mucho, aclararé que
la idea fuerza de toda esta parafernalia informativa es que el ajedrez de alto
rendimiento se fundamenta en el conocimiento del juego posicional concepto que manejan a plenitud todos los grandes
jugadores y que ha sido la piedra angular de la aprendizaje-enseñanza del
ajedrez en las naciones más desarrolladas en esta disciplina.
El Juego Posicional a diferencia del juego táctico
y combinativo nos habla sobre una serie de factores, valores, elementos
estructurales del juego donde la abstracción, la intuición, la creatividad, la
filosofía, sicología, la cultura ajedrecística, el cálculo general y la
valoración total de las posiciones son indispensables para alcanzar la
comprensión del ajedrez. Ya no serían importantes entonces las ideas sobre un
ajedrez romántico, repleto de tácticas complejas, análisis concreto de
posiciones y temas combinativos que en el tiempos remotos fueron vitales para
defender a un ajedrez azarístico, espectacular, pero que en el sentido práctico
del juego hacen más difícil su comprensión y puesta en práctica, sobre todo
para aquellos que pretenden alcanzar precozmente la maestría.
¿En qué se fundamenta el juego posicional?
El Juego Posicional se basa en la idea del cálculo
general de las posiciones, más que en el cálculo analítico o concreto. Sus
principios son los siguientes 1. Principio de la Actividad 2. Principio del
Centro 3. Principio de la pieza menos activa 4. Principio del ataque 5.
Principio del material 6. Principio de la Máxima Actividad; en este último
están presentes 2 principios conformativos el Principio de la Restricción y el
Principio de la Limitación.
Ya lo dijo en una oportunidad del gran Victor
Korchnnoi: “Mientras más grande es la comprensión de un jugador de ajedrez,
mucho menos jugadas tiene que calcular”, al final la suma de todos estos principios promueve una
absoluta comprensión del juego y de sus posibilidades sin necesidad de forrzar
el recurso analítico durante la partida. La mayoría de los jugadores no
formados en este sistema buscar resolver las posiciones en base al cálculo de
jugadas y dejan a un lado los conceptos, preceptos básicos y temas esenciales,
perdiendo o por lo menos invirtiendo mucho tiempo en sus análisis. Ya que el
ajedrez no es una disciplina unilateral, sino muy diversa y complicada en los
problemas del cálculo los maestros de la escuela soviética encontraron que era
mucho más sencillo contener todas las posibilidades reales e irreales de la
partida en Principios Básicos, comprensibles y generales que dieran al jugador
una amplia capacidad mental para el cálculo generalizado y para la
interpretación de las posiciones casi a “a vuelo de pájaro”. A este sistema es
lo que llamamos la comprensión posicional del ajedrez.
La capacidad de maniobra: Es la
visión espacial y geométrica del tablero (ya hablamos de su importancia en los
primeros pasos de la enseñanaza del ajedrez) unida al conocimiento perfecto de
las atribuciones y obligatoriedad de movimiento de las piezas. Mientras mejor
se combinan estos conceptos mucho mejor se vuelve el juego de un maestro del
ajedrez. El ajedrez esta repleto de posibilidades pero también el tablero está
lleno de errores posibles (como aseveraba el GM S. Tartakower) la idea
fundamental del ajedrez y para sus practicantes es reducir el número de
posibilidades y los errores posibles a cometer. Lasker decía que la única
diferencia entre un Gran maestro y un jugador novato es que el novato lo ve
todo y trata de hacerlo todo, pero el Gran maestro lo ve todo pero trata de
hacer lo más sencillo, apartando todo lo accesorio del juego y las
complicaciones que esto puede acarrear.
La maniobra en el ajedrez, o “el maniobrar” como
técnicamente y conceptualmente se le dice en los libros es una capacidad unida
al dominio posicional, pero que ayuda a este ya que los jugadores están
pendientes de cada lance táctico que se puede presentar en las posiciones y poseen
la suficiente visión futurística para evitarlo o utilizarlo en beneficio
propio.
Como ganar tiempos, como tomar la iniciativa, como
aprovechar la ventaja de espacio, como golpear decididamente las debilidades
del contrario y crearle aún otras más, están dentro de los intereses
principales de la maniobar de alto rango, que sin dejar subyugarse por
elementos superficiales como lances táctico elementales, temas y motivos
combinativos o elementos sorpresa pueden darle al maestro de ajedrez la solidez
necesaria para enfrentar a cualquier tipo de rival.
La técnica en el final: Si en una
cosa han estado de acuerdo los más grandes jugadores del ajedrez así como los
que tratan de enseñar con propiedad esta noble disciplina es el valor que posee
en la didáctica ajedrecística el concocimiento y la comprensión cabal de los
finales de partida.
Pero desafortunadamente se ha corrido la bola que
la etapa de la partida que presenta mayor complejidad o es la más difícil es el
final. Esto ha auyentado a los practicantes del ajedrez del estudio
pormenorizado de esta etapa y por lo tanto les convierte en presa fácil de sus
oponentes, cuando las sutilezas tácticas y combinativas han desaparecido del
tablero.
En el final la lógica y los preceptos básicos son
primordiales para alcanzar el triunfo. El final de partida es el resultado en
su totalidad de los aciertos y errores cometidos en las 2 primeras etapas de la
partida, pero incluso hay jugadores que desconcocen la propiedad de ciertos
finales orginados de sistemas de aperturas y medios juegos típicos.
Se hace muy imprtante aprender, estudiar y
practicar finales elementales y básicos, así como otros tantos más elaborados
originados en los primeros, para así poder hablar de una verdadera maestría en
el ajedrez. Practique los finales de partida y verá como su nivel de juego se
eleva considerablemente.
Te dejo aquí una tabla de valoración en cuánto a la
capacitación que desrrolla el estudio de determinados finales de partida:
Tipo
|
Complejidad
|
Elevación del ranking
|
Finales de reyes y peones
|
Fácil
|
Entre 100 y 150 puntos
|
Finales de piezas menores
|
Medio
|
Entre 150 y 200 puntos
|
Finales de Torres
|
Medio
|
Entre 250 y 300 puntos
|
Finales de Damas
|
Difícil
|
Entre 350 y 400 Puntos
|
Finales Combinados
|
Difícil
|
Más de 400 puntos
|
El análisis y comprensión de lo elemental y
lo básico expresado en los principios posicionales del ajedrez: Lo
básico y elemental no tiene porque ser tabú para los estudiantes y
practicantes del juego de ajedrez. Sin embargo es una verdad cierta que muchos
jugadores consideran que estos no son elementos indispensables para superación
ajedrecística, otros tantos huyen de los entrenadores que tratan de enseñarles
y promulgar en ellos la idea del concepto sencillo y de los modelos típicos.
Estos considerán que el ajedrez es una materia de alta complejidad y que
mientras más intrincadas sean las problemáticas de entrenamiento mayor será su
superación. Cuán equivocados están. Los factores elementales y básicos del
juego y su relación directa con la comprensión posicional del juego de ajedrez
no tiene ni puede tener discusión, así lo han demostrado las escuelas más
avanzadas, las cuales van de lo particular a lo general en el
aprendizaje-enseñanza del ajedrez, mucho más en la construcción de un edificio
teórico comprensible y sencillo el cual eche las bases de las concepciones
futuras hacia la maestría.
También aquí debemos hacer mención a la falsa
creencia de que mientras mayor sea el nivel de los entrenadores en su fuerza de
juego, tiutulaciones o ranking, más capacitados están para ser entrenadores u
orientadores de alto relieve. Nada tiene que ver el nivel ténico de un Gran
Maestro con sus dotes pedagógicas, metodológicas o conceptuales del juego. Si
así fuera todos los Grandes Maestros pudieran ser Grandes Entrenadores, pero la
realidad es otra.
La preparación psicológica: Un
extenso tema que podría ser motivo de muchos libros por escribir y que en el
estado actual de la enseñanza y el entrenamiento ajedrecístico cobra vital
importancia. El ajedrez por ser una actividad de origen mental, promueve
capacidades conrrelacionadas con el temperamento innato de las personas, con su
capacidad de absorber caracteres identificables y moldeadores de la conducta y
de sus estados volitivos. Por ello el ajedrecista debe confiar en sus
propuestas niveladoras del estrés, el desarrollo de la auto estima, la confianza
en si mismo y la fina inruición que le habilita a dominar el futuro de la
partida y a lidiar con el pensamiento adverso de sus rivales.
Los entrenadores deben estar en capacidad de
desarrollar en sus conducidos las destrezas psicológicas necesrias para
soportar la presión y tensiones de la partida viva, Para ello existen muchos
mecanismos, sobre todo soportandos en evaluaciones psicotécnivas donde el mismo
jugador puede alcanzar un psicanálisis de su comportamiento fuera y dentro de
la partida de ajedrez.
La consulta obligada de bibliografías versadas en
este tema puede coadyuvar al desarrollo de la capacidad volitiva del jugador,
convirtiéndole en una arma mortal por la facilidad de dominar o dosificar las
aptitudes de sus oponentes: aquí cabe mencionar la célebre frase de Lasker: “No
intentes hacerle la mejor jugada a tu rival, sino la que más le moleste”.
Ruben Fine, Adrian de Groot, N. Krogius proponen en
sus ensayos, experimentos y textos interesantes discusiones sobre este tema. También
existe un artículo mio que puedes leer en: http://ajedrezesmimundo.blogspot.com/2011/06/la-psicologia-en-el-ajedrez.html
El valor filosófico del juego de ajedrez: El
componente etimológico de la palabra Filosofía está dado por dos palabras
Philos: amor, sentimiento por, sentir y logos: ciencia. En este estado de
conciencia aquellos que no sienten verdadero sentimiento por lo que realizan en
el ajedrez están destinados al fracaso o en última instancia a vivir saboreando
una insípida actividad que en cualquier momento pueden abandonar, hasta por el
más mínimo detalle.
Botvinnik criticó a muchos de sus alumnos por la
falta de condescendencia hacia las visiones filosóficas del ajedrez. Propuso
algunos de ellos no llegarían a alcanzar una verdadera valoración y comprensión
de la disciplina por sus escasos esfuerzos en la preparación, en el sentimiento
profundo por lo que hacían y por sus carencias a la hora de publicitar sus juegos
para autocrítica y para la crítica pública. Su idea era crear un ajedrez
dialéctico, razonado, comprometido con los valores y con los principios
morales, pautados por la ética científica del saber. Lea mucho, haga cultura
ajedrecística, exponga a la crítica, a la valoración o al “escarnio público”
sus partidas por medio de comentarios en blog, páginas web, ensayos
ajedrecísticos, charlas y conferencias, transmita a las demás personas sus
impresiones sobre el juego, de esta manera estará más en concordancia con el
valor socializador del ajedrez y por ende con la verdadera filosofía de las
actividades creativas.
10ma Verdad
Para finalizar recuerde siempre algo: "No es lo mismo instrucción ajedrecística que entrenamiento ajedrecístico"
Yo sinceramente creo que a los aficionados nos están engañando con los finales.
ResponderBorrarEl 99,5% de los libros de finales tratan de "los finales de los finales", es decir una fase técnica y que deja de lado el pensamiento perturbador de que treinta jugadas antes de los finales que nos presentan...¡seguía siendo un final! ¿Y qué libro te enseña a jugar esos "verdaderos" finales? En su lugar nos enseñan posiciones con pocas piezas a las que se ha llegado (entre aficionados me refiero) después de multitud de errores por ambas partes ¡EN EL FINAL! Porque como dice Jacob Aagaard en el único libro de finales que conozco que realmente trata de los "AUTÉNTICOS FINALES" (Maestría en la técnica) la gente suele jugar los finales con los principios del medio juego, y eso es completamente erróneo.