Una de las rivalidades más resaltantes en el ámbito competitivo del ajedrez y quizá más allá de sus simples cuestiones de torneo, fue la que establecieron los célebres Campeones José Raúl Capablanca y Alexander Alekhine. So pena de haber nacido en la misma época, desde la élite del juego en aquellos tiempos de comienzo del siglo 20, estos dos genios irradiaban un ego personal insoslayable, cada uno con sus características particulares que hacía de su sola presencia en una sala de torneo un espectáculo aparte.