El Gran Maestro noruego Magnus Carlsen logró retener su título como Campeón Mundial de Ajedrez Absoluto, al vencer en la 11 partida del match que sostenía con el ruso Ian Nepomniachtchi quien nuevamente entrega el juego debido a un error garrafal esta vez en la jugada 23.g3?? que le llevó incluso a tener que entregar su dama para medio sufragar el desastre cometido. Sin embargo las jugadas posteriores de Carlsen probablemente no fueron las más fuertes y el retador alargó la agonía hasta el movimiento 49, momento cuando declinó a su monarca y cuando se acercaban nuevas perdidas de material. Con un marcador de 7,5 a 3,5 puntos se pone punto final al encuentro de Dubái sin agotar las 14 partidas programadas.
Nepomniachtchi no logró en ningún momento del match hacer valer su ya reconocido juego aguerrido y agresivo, inclusive su score positivo de 4-1 contra el campeón no fue valedero y sólo se convirtió en un valor especulativo e indiferente en una transcurrir de un match casi patético e irrelevante.
Carlsen obtuvo así su quinto enfrentamiento por título mundial en juego, el 1ro cuando lo ganó ante el indio Anand Viswanathan y posteriormente las cuatro defensas que ha realizado del mismo ante el propio Anand, ante Sergei Karjakin, ante Fabiano Caruana y ahora ante un incoloro Ian Nepomniachtchi el cual ni siquiera pudo llegar a los desempates.
El juego del ruso se derrumbó completamente luego de la sexta partida, donde recibió un knockout tremendo en 136 movidas y casi 8 horas de juego. Pero ciertamente su condición psicológica y física para con este máximo enfrentamiento se notó muy sensible, por no decir inexistente. Por su parte al campeón mundial se le vio cometer algunas imprecisiones posicionales y tácticas que en ningún momento fueron explotadas por el jugador ruso, lo que demostró una mala preparación técnica y también un mal asesoramiento de su equipo de analistas que en ningún momento cambiaron el ritmo y la forma de enfrentar a Magnus Carlsen.
La historia completa del match presentó a un retador realizando líneas de juego y variantes tranquilas y poco incisivas, en espera de algún error fortuito de su fuerte oponente; lo más terrible es que aún equivocándose Carlsen, Nepomniachtchi nunca tomó las continuaciones más fuertes para refutar las imprecisiones de su rival.
La 11ma partida derivó en una apertura italiana, la cual se ha convertido en un recurso anexo para transponer a ciertas posiciones de la ya trillada Ruy López, apertura esta que tampoco le sirvió a Nepomniachtchi para causarle algún problema serio al campeón del mundo. Sus fracasos terribles con piezas blancas fueron un factor determinante y el jugador ruso apenas si podía aspirar a empates muy inocuos, con posiciones bastante tranquilas y sin demasiadas complicaciones técnicas. Fue para Carlsen la defensa más sencilla de todo su historial como campeón mundial, ante un rival que parecía sumamente peligroso y con serias chanzas de vencer al noruego.
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